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Hay inventos que nos han cambiado la vida de una forma radical y que han incidido especialmente en mejorar nuestro día a día. Uno de ellos es el secador de pelo profesional, que nació hace 100 años, con algunos prototipos anteriores.
La primera herramienta de secado de pelo era un secador profesional de peluquería, un gran aparato que servía principalmente para moldear el cabello a la vez que lo secaba. Comprar un secador profesional de peluquería era impensable trasladarlo como tal al ámbito doméstico.
Con el tiempo, el secador de gama profesional sí que ha pasado a barrera y se encuentra en los hogares de aquellas personas que se preocupan por la salud de su pelo y no están dispuestas a ponerlo en juego con una herramienta tan importante.
¿QUÉ HEMOS DE PEDIRLE A UN SECADOR DE PELO PROFESIONAL DE PELUQUERÍA?
En primer lugar, aunque parezca una obviedad es precisamente esa, que sea profesional. De la misma manera que otras herramientas como un rizador de pelo profesional o unas tijeras de peluquería profesional, poco tendrán que ver con otras que no lo sean. Uno de los parámetros más importantes es la potencia, que es lo que nos permite hacer el proceso de secado más rápido. La potencia idónea es de 1800W. Lo materiales de un secador de pelo profesional han de ser de calidad, porque son los que nos asegurarán el cuidado del cabello y un acabado perfecto. El nylon es el mejor material plástico que existe para una herramienta de calor como esta. La tecnología es otro valor a tener en cuenta cuando nos planteamos comprar un secador profesional de peluquería. La tecnología iónica nos permitirá aprovechar parte de la humedad en la propia rehidratación del cabello y el sellado de la cutícula.
LA TEMPERATURA IMPORTA
El secador de pelo profesional de peluquería tiene un termostato para poder graduar la cantidad de calor que aplicamos a nuestro cabello. Una excesiva temperatura puede provocar daños estructurales en la cutícula que provocarán que el pelo se vuelva más frágil y quebradizo.
EL SECADOR DE GAMA PROFESIONAL ES NUESTRO ALIADO
Dejar el cabello secar al aire no es una buena opción. La humedad es uno de los grandes enemigos de nuestro pelo porque es el momento en el que este se encuentra en una situación más vulnerable. La mejor manera de que la membrana celular siga intacta es secarlo de forma cuidadosa y manteniendo una distancia de no menos de 15 centímetros para evitar el contacto directo con las altas temperaturas.