Consejos — 3 min. de lectura

PELUQUEROS EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

Así lo están viviendo

Ya no hay duda.

La crisis del Coronavirus COVID-19 ha trastocado la vida de todos: nuestro día a día, nuestra actividad profesional e incluso la forma de relacionarnos. Ante los sentimientos encontrados que produce esta circunstancia insólita, alguno de nuestros embajadores nos cuentan y comparten en primera persona cómo están sobrellevando estos días. Porque es momento de quedarse en casa, de parar, de estar unidos en la distancia pero también es momento de reflexionar.

LANDRY AGRES

Las noticias no nos ayudan al positivismo. El feeling general es alarmante y preocupante…. Muchas preguntas están en el aire: ¿qué va a pasar? ¿Quién es el culpable? ¿Quién pagará? Yo me quedo con un dicho: si quieres vivir triste, vive en el pasado, si quieres vivir estresado, vive en el futuro pero si quieres ser feliz, vive el presente. Donde mucha gente ve un gran problema yo veo ahora ¡una gran y clara oportunidad! La oportunidad de desconectar, descansar, disfrutar del tiempo libre, cuidarse…

¿Cuántas veces al largo de mi carrera de peluquero autónomo, me hubiera gustado parar un rato? ¡Hubiera pagado para eso! Pero era imposible. Clientes, equipo, proveedores, redes sociales, familia, email…todo por inercia, quejándonos del estrés de la vida y la falta de tiempo.

Y ahora, estamos parados, ¿y no sabemos qué hacer?

Hay que aprovechar para desconectar de nuestros móviles, de la televisión, y volver a conectar con nuestros seres queridos y sobre todo con nosotros mismos. Tiempo para poder ordenar, limpiar, meditar, cuidarse, mimarse y disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Momentos para ser creativos, pintar, dibujar, crear, aprender, leer, educar y sobre todo aprender a simplificar.

Obviamente esta crisis sanitaria, totalmente inédita para varias generaciones, tendrá consecuencias económicas, y nos repercutirá, Marcaran un antes y un después, pero espero que esta situación nos enseñe mucho también y aprendamos de esto para salir reforzados y más grandes.

ANTONIO GARRIDO

Sentimientos encontrados, tristeza, angustia, incertidumbre, tranquilidad… No me queda duda de que hemos hecho lo correcto con el cierre del salón, por la salud de nuestros equipos y de nuestras clientes. Pero, ¿cómo vamos a hacer para salir de esta? No sabemos hasta cuando, porque de momento son 15 días, pero existe la posibilidad real de que se alargue más. Cuando esto termine, ¿cuánto tiempo tardaremos en volver a la normalidad? La crisis que nos viene encima va a ser impresionante.

Parece que el ERTE es la única solución para no ir a la ruina durante la crisis.
No quiero perjudicar a mi equipo ni a la empresa. Nos falta información.

Echo de menos más unión en el sector de la peluquería y que tuviéramos unas directrices para todo el sector, claras y directas. Por otro lado, agradecido al ver el respeto y la admiración hacia el sector de servicios de nuestro país, sanidad, cuerpos de seguridad, reponedores de supermercados etc… Sin ellos sería todo mucho más difícil.

Lástima que los políticos no están a la altura de sus ciudadanos.

NAOMI GAYOSO

Estamos en un momento histórico, un cambio mundial a todos los niveles y nosotros formamos parte de él, ¡¿No es increíble?! Aún me levanto por las mañanas y tengo la sensación de que todo es un sueño pero cuando miro la calle, caigo en consciencia de que ha llegado el momento de aprender a vivir de otra manera, con otros valores, dando preferencia al colectivo y no al individuo, y es cuando me emociono oscilando entre miedosa y expectante.

Mis días en casa están siendo la mar de entretenidos la verdad. He organizado más de media casa, he realizado los cambios de muebles que quería, he bailado, estoy leyendo mucho e incluso ¡estoy cantando!. Ahora creo contenido para redes, y por supuesto, ahora más que nunca tengo tiempo para mirar dentro de mí y saber que quiero con esta oportunidad de cambio.

ÁLEX TORRES

Estoy viviendo muy de cerca la situación crítica de los hospitales porque mi familia trabaja en ellos. Si antes los admiraba, ahora no puedo dejar de dar gracias por su importante labor hoy y siempre.

Como mis compañeros de profesión he cerrado mi salón porque la salud de todos es lo primero. Pero estoy aprovechando estos días para seguir al lado de mis clientas y colaborar con ellas en lo que puedo desde casa. Lo primero que hice fue escribirles para ayudarles con el tema del color. Les insisto para que no salgan a comprar ex profeso el tinte, pero sí me llaman para que saber si lo que tienen a mano les puede servir. Incluso me he sorprendido porque respecto al tema, saben menos de lo que creemos.

Ante este gravísimo problema que nos afecta a todos, también necesitamos cuidarnos y sentirnos bien, sin frivolizar con el asunto.
Son días complicados, pero aprovecho también para formarme y hacer ejercicio. Valoro más que nunca mi día a día, mi salón, mi equipo…y me emociona pensar en la vuelta al trabajo. Echo mucho de menos el contacto con la gente y no dejo de pensar en pronto volver a abrazar a mis amigos y a mi gente.

HÉCTOR CARVAJAL

Para mi estos momentos están siendo duros, ya que es una situación diferente a la que estamos acostumbrados a vivir y nuestras vidas se han quedado frenadas de un golpe seco.

Como empresario me veo perdido, aunque gracias a mi gestor y grupos de ayuda de peluqueros me encuentro en mi sitio. Tener que tomar decisiones que jamás hubiera contemplado.

Pero hemos de saber gestionar este tiempo y realizar protocolos y tener nuestra empresa protocolarizada en todos los ámbitos y ayudarnos unos a otros haciendo Masterclass en nuestras redes sociales.

Me siento orgulloso de pertenecer a este gremio tan humano.

JOSÉ VALLE

La reflexión es que debemos mantener la calma y seguir con el programa que facilita el gobierno para cubrir los sueldos y facilitar a las empresas una vía de escape y sobretodo una luz al final del túnel. Meditar sobre la situación y respirar hondo. En estos tiempos de aislamiento demos gracias de la tecnología que nos hace sentirnos cerca. Nunca sentirnos solos ni aislados. Sino más bien sentirnos protegidos por las medias cautelares que marcan los acontecimientos. Afrontamos decisiones económicas que nos mantendrán a salvo para cubrir gastos.

En mi caso estoy dedicando tiempo a limpiar y ordenar la casa, que por mis horarios me resulta difícil llegar a todo. Mantengo la calma con la meditación, lectura, veo documentales, pelis, escucho música. Disfruto de largas siesta que nunca puedo hacer y disfruto de mis mascotas. Hago un llamamiento a la calma y la confianza de que todo pasará al igual que tantas otras cosas también pasaron.

RODRIGO GALO

Aprovecho estas vacaciones sorpresa para mejorar mi relación conmigo mismo, meditando, estando en silencio, disfrutando de la quietud.
También aprovecho para estudiar, retomar formaciones online, leer libros.

Es muy buen momento también para “educar el ojo”. Reviso revistas de moda que tenía en casa o lo hago de manera online, también veo documentales relacionados con la moda y el arte.

Mi creatividad en estos momentos está por las nubes, así que anoto ideas e inspiraciones que me vienen a la cabeza.

Detrás de una gran crisis, siempre hay una gran oportunidad.

MANUEL ZAMORANO

Ayer me emocioné demasiado cuando me acerqué un momento a la peluquería. Como el cierre fue de golpe y sinceramente no pensé que esto se alargaría tanto, ayer volví para apagar bien las luces, vaciar la nevera… Pero me sorprendió en medio de los aplausos a los sanitarios y cuando llegué a casa de pronto caí en la cuenta de la gravedad de la situación. Me emocioné.

Ahora más que nunca me doy cuenta del significado de la libertad y la salud. Cuando salí, el notar el aire en la cara, respirar… y por otro lado sentir la tristeza que me produce cuando nos apartamos los unos de los otros caminando por la calle.

Es como una película en la que el tiempo se detiene. Como todos, tenía mi vida, mi trabajo, mis clientes…y de repente se para el mundo.
Estando encerrado en casa, solo, me he dado cuenta que en realidad puedo vivir con muy poco y que a cosas a las que le daba importancia, como la ropa, la moda, en realidad no son relevantes.

Cocino -cosa que antes apenas hacía -, escribo, pinto, leo, medito…y sobre todo hago deporte, como siempre. E intento mantener una rutina diaria. Me mantengo todo lo activo que puedo, aunque hay momentos y días como el de ayer, en el que me supera la tristeza y me acuerdo mucho de mis clientas, mis compañeros, mi vida… El móvil es mi ventana al mundo exterior y me permite hablar con mi madre y mis amigos a diario, saber que están bien afortunadamente.
Sinceramente me da miedo enfrentarme a lo que venga después. El Gobierno al final tampoco nos está apoyando…Pero mantengo la esperanza de que todo esto pase pronto.

FERMIN DÍAZ

Hace ya semanas que vivo la situación de cerca. Mi hija vive en Bolonia, Italia, y desde hace días conocemos la realidad y alcance de estas circunstancias tan insólitas, compartiendo y viviendo con ella la preocupación. No obstante, este nuevo escenario, desconocido por todos, también nos ofrece una nueva oportunidad. Lucho y saco fuerza por mi hija, que afortunadamente está bien, y estos días en casa me han venido bien, sobre todo para relajarme, pensar y explotar al máximo mi creatividad realizando tutoriales para que la gente que está en casa esté más entretenida (al igual que yo al realizarlos).

Entre otras cosas estoy aprendiendo a realizar las tareas de casa, cocinar algo (que no sabía y sobre todo a dedicarme tiempo a mí. También me he dado cuenta que ahora tengo mucho más tiempo para dedicarle a mi familia, hablando más con ella y jugando con mis dos gatitos persa.

Creo que es una buena oportunidad para intentar relajarnos un poco más y seguir los consejos de los expertos y profesionales, ya que son ellos quienes en definitiva arriesgan sus vidas por las nuestras. Debemos cumplir todos los consejos que nos transmiten ya que si no lo hacemos esto va a durar mucho más de lo que pensamos.

En resumen, nunca pensé que el estar tanto tiempo en casa podría dedicarle tiempo a las labores del hogar, cocinar y sobretodo tener más comunicación con mi familia. Eso sí, no veo la hora de poder abrazar fuerte a mi hija…