A estas alturas, es muy probable que hayas oído hablar de los productos sin sulfatos para el cabello. Pero ¿sabes exactamente qué son? Básicamente, los sulfatos son detergentes o agentes de limpieza que se usan para descomponer la suciedad y los aceites. Como también son tensioactivos, se usan para crear espuma. Los sulfatos más comunes que se encuentran en los champús incluyen Sodium Lauryl Sulfate (SLS), Sodium Laureth Sulfate (SLES) y Ammonium Laureth Sulfate.

Normalmente las personas que usan champús sin sulfatos lo hacen porque quieren un cuero cabelludo más saludable: el champú sin sulfatos guarda mejor los aceites naturales del cabello, por lo que mantiene sano el cuero cabelludo, inclusive en caso de irritación, sequedad extrema o sensibilidad. Evita generación de irritaciones, eccemas e incluso dermatitis atópica.

¡No! Existen sulfatos que no son perjudiciales para la salud. Por ejemplo, el Ammonium Lauryl Sulfate tiene un origen vegetal y sintético, y sirve para reducir la tensión superficial de los cosméticos y contribuye a la distribución uniforme del producto cuando se utiliza. Está permitido por las certificadoras ecológicas más importantes y mundialmente reconocidas (COSMOS, ECOCERT, NATRUE…) y su uso no tiene restricciones en la Unión Europea.

Otro sulfato no perjudicial es el Sodium Myreth Sulfate, de origen sintético, que ayuda a mantener una superficie limpia.

El SLES en cosmética es Sodium Laureth Sulfate, un componente que contiene algunas moléculas de sustancias químicas potencialmente peligrosas para el cuero cabelludo y la salud en general, ya que su uso prolongado puede provocar daños en el hígado, e incluso, tener un potencial cancerígeno. En función de la cantidad presente en el producto, su capacidad desengrasante es más o menos elevada y, en consecuencia, más o menos irritante para nuestra piel.

La fórmula de los champús y mascarillas de pelo Nutri.me, Repair.me y AntiYellow.me son 100% libre de SLES, parabenos y siliconas.

Un champú sin SLES puede parecer más líquido al tacto y a la vista. Como resultado, podemos sentir que no nos estamos lavando bien el cabello, pero esto no significa que el champú sea ineficaz.

De hecho, usar productos SLES free aportará los siguientes beneficios a nuestro cuero cabelludo:

Contribuyen a que las bacterias beneficiosas del cuero cabelludo se mantengan y se reproduzcan, logrando que el cabello tenga su vitalidad y que el microbioma de la piel se conserve.

Promueven un cuidado del cabello en forma natural, sin agentes químicos que a la larga generan resequedad y daños en su composición y propiedades.

Prolonga la duración de los tratamientos capilares (por ejemplo, alisados de queratina).