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Los espejos naturales han existido desde tiempos prehistóricos: el reflejo de la superficie del agua, por ejemplo. Pero a lo largo de la historia se han ido fabricando espejos con una variedad de materiales, como piedra, metales y vidrio. En los espejos modernos, a menudo se utilizan metales como la plata o el aluminio debido a su alta reflectividad, aplicados como una fina capa sobre el vidrio, debido a su superficie naturalmente lisa y muy dura.
Los espejos tienen una gran importancia en una peluquería. Naturalmente, su función principal es reflejar la imagen de los clientes como un antes y un después del servicio de peluquería. Sin embargo, los salones también deben ser ambientes elegantes, y un elemento tan importante como el espejo de mano debe encajar con el estilo de la peluquería.
Los tres tipos de espejos más comunes son:
1. Espejo plano: son espejos que reflejan las imágenes en sus proporciones normales, invertidas de izquierda a derecha. Es el tipo de espejo más común.
2. Espejo cóncavo: los espejos cóncavos son espejos esféricos que se curvan hacia adentro como una cuchara. Crean la ilusión de amplitud.
3. Espejo convexo: los espejos convexos también son espejos esféricos. Sin embargo, a diferencia de los espejos cóncavos, sobresalen y distorsionan la imagen reflejada, haciéndola más pequeña.
El espejo utilizado en un salón es un espejo cóncavo. Éste produce una imagen ampliada del rostro, por lo que permite ver fácilmente el cabello que se va a cortar o afeitar.
Obviamente, tienen que ser lo suficientemente grandes para que los clientes vean su cabello. Las personas varían en altura y por lo que es esencial tener espejos lo suficientemente grandes como para ofrecer reflejos tanto para clientes altos como bajos.
En cuanto los espejos de mano, la otra consideración que se debe tener en cuenta si tienes una peluquería es su peso. A los clientes les gusta ver bien el resultado final des de varios ángulos. Por delante, por detrás. Por eso, elegir un espejo ágil ayudará a la satisfacción final del cliente.
Un espejo de mano sucio puede estropear la estética de la peluquería.
- Coge un paño húmedo. Si tu espejo tiene un marco de vidrio, el limpiacristales también es una buena idea, pero no es adecuado para otros tipos de espejos.
- Dobla la tela en cuartos. Mueve la tela húmeda en movimientos en zigzag, de arriba a abajo, hasta que haya cubierto cada centímetro.
- Aléjate, en un ángulo de 45 grados con respecto al espejo, para verificar si hay rayas y manchas rebeldes; revísalas con la sección seca del paño.
Con todo el movimiento que hay en una peluquería, el agua también puede dañar la parte posterior de los espejos de mano. Sécalos con regularidad. Si los espejos se van a utilizar en un ambiente húmedo, puedes comprar sprays selladores antihumedad para evitar daños.