Las tijeras de corte y de esculpir son una de las herramientas de peluquería más importantes en el día a día del peluquero. No obstante, la decisión de invertir en una tijera profesional de mejor o peor calidad no siempre está clara, sobre todo ante una amplia gama de modelos, materiales y precios existentes. ¿En qué se va a diferenciar mi trabajo? ¿En qué me tengo que fijar a la hora de elegir mi herramienta profesional? Desde Termix, respondemos a estas preguntas en 8 puntos clave, ordenados de mayor a menor importancia, para que aciertes con la elección de tus tijeras de corte y vaciado profesionales.

La aleación es el punto de partida a la hora de fabricar una tijera de peluquería, ya que es el recubrimiento que lleva el material (la materia prima) con el que está fabricada la tijera. Esta parte es la que determina el precio o valor de la tijera. Las mejores son las realizadas en acero inoxidable recubiertas por una aleación metálica de cobalto, cromo o molibdeno que dan gran dureza y resistencia a la corrosión. Invertir en una tijera con acero de mala calidad provoca un corto y limitado rendimiento, además de la imposibilidad de afilado y mayor esfuerzo.

El futuro de las tijeras de peluquería pasa por conseguir diseños cada vez más ergonómicos y que permitan trabajar de una forma más cómoda. Por ello, es muy importante para trabajar a gusto que la tijera sea ergonómica al cogerla, es decir, que la herramienta se adapte a la persona y no al revés, ya que son muchas horas diarias de uso y por tanto es una condición indispensable. No es una característica muy técnica ya que va en gustos y comodidad de cada persona.

El rendimiento del corte, la seguridad y la rentabilidad está directamente relacionado con la calidad del afilado de la tijera. Una herramienta sin buen corte o desafilado obliga a un sobreesfuerzo que pudiera derivar con el tiempo en lesiones de muñeca, brazo, columna, espalda… El afilado está directamente relacionado con el material de fabricación (Punto 1), según lo cual pueden tener un filo muy especial, tanto que, podríamos afeitar con él. Pueden recibir tratamientos de láser (ideal para desfilados) o microdentado (para cortes de alta precisión ya que esto consigue que el cabello no se deslice por el filo).

Es importante que tenga un regulador de filos (tornillo) visible, de fácil acceso y con su llave maestra acompañada en el pack (así como aceite y un pañuelo para su limpieza). Las tijeras están compuestas por dos hojas que deben cerrar con un roce suave y perfecto y con la misma dureza. Un exceso de dureza puede traducirse en rotura y una falta de dureza en un corte imperfecto y flexible. En este link tenéis la información necesaria para regular los filos correctamente y alargar su vida útil.

Esto dependerá de los dos puntos anteriores, es decir, del filo y del correcto ajuste del tornillo para un corte preciso y limpio. Si apostamos por una buena calidad de materiales siempre tendremos mayor precisión en el corte.

Que sean artesanales siempre es sinónimo de mayor calidad. Tienen una revisión unitaria por lo que nos asegura no tener ningún error de fábrica en filo o anillos. También garantiza que todas cumplen los requisitos durante todo su proceso de fabricación y que no hay ningún error en el proceso.

Es una parte de la ergonomía, pero hemos querido ponerlo aparte para darle importancia a la ligereza ya que en un primer momento puede parecer que no pesa tanto pero siempre es bueno compararla con la que ya tenemos o con otra para valorar si será lo suficientemente ligera y manejable. Una mayor ligereza favorece la comodidad en su uso y facilita el corte.

Es la medida que se toma para referirse al tamaño de la tijera. Una pulgada equivale a 2.5 cm. Los tamaños suelen variar de 4” (10 cm) a 8” (20 cm), aunque a partir de las 7” se consideran tijeras de peluquería canina.

La norma general indica que las medidas pequeñas se utilizarán en cortes femeninos y las más grandes en corte masculino.

El tamaño que se considera el ideal y sirve para todo tipo de cortes serían las situadas entre los 5” y 6.5”, pero esto no es una norma de oro, lo más importarte en sentirse a gusto con ellas trabajando y elegir la que mejor se adapte a tu mano.

Estas serían las claves a la hora de elegir una buena tijera, pero no debemos olvidar que de su mantenimiento depende también su vida útil, limpiarla y secarla a menudo, y guardarla en un lugar indicado donde no estén en peligro de golpearse con otros materiales, o caer al suelo, estropeando así su filo. Desde Termix te recomendamos guardarlas en su estuche después de cada uso, y si no es posible, existen guardatijeras más prácticos como este para evitar cualquier golpe.